Breve recorrido por la historia de la joyería étnica
La joyería étnica nació como la mezcla de unas cuantas razas y culturas, con el tiempo se convirtieron en algo impresionantemente respetable por los pueblos ancestrales, ya que habitualmente a cada joya étnica se le atribuía un significado y dependiendo del color o la composición significaba una cosa, por ejemplo, algunas eran de la naturaleza, otras de los animales, etc, además de que, según el estatus de la persona, se le concedía portar una joya étnica distinta, dando así distinción y poder. Hoy vamos a ahondar un poco más en la historia de este tipo de joyería que sin duda es tan interesante, que hoy por hoy es una de las más elegidas por todo el mundo, por sus sensaciones, por su belleza y por sus características.
Sin duda, si algo representa la joyería étnica es ala espiritualidad
del ser y la conexión con algo más, con las fuerzas positivas que
habitan en el universo, o así lo piensan un montón de culturas étnicas
como pueden ser China o Nepal. De hecho, en esta última, aún hoy se
sigue representando la joyería étnica como algo vital del día a día, al
igual que ponerse una prenda de ropa encima de otra representa una cosa,
el ponerse una joya de estas características habitualmente quiere decir
que se busca una conexión con el espíritu.
Historia del a joyería étnica
Nos tenemos que remontar nada menos al siglo XVII para ver que los
europeos descubrieron este tipo de joyería y de cultura, quedaron
totalmente fascinados por ella, aunque eso sí, fue en el siglo XIX
cuando el Oeste acabó encontrándola, haciendo así que quedaran
encantados tanto con los velos, como adornos para el pelo o pendientes
largos.
Pero el mundo entero acabó escogiendo este tipo de estilo en la
joyería en el siglo XX, ya que le movimiento hippie buscaba referencias
desesperadamente fuera de sus fronteras, así que acabó encontrando en
África o Asia los elementos perfectos para acabar de definir lo que
sería su estilo.
Como todo lo novedoso, al principio no se tenía muchas esperanzas de
que esta moda pudiera durar, tampoco gustaba, pero fue en el 67 cuando
Yves Saint Laurent presentó por primera vez ropa y joyas de estilo
étnico en una pasarela, además de modelos de color, que no eran comunes
por entonces.
Con el tiempo se fue asentando todo esto, tanto que casi es esencial
que casi toda la nueva ropa y joyería lleve algo de este estilo étnico y
tribal, es tan común como el boho, la moda chic bohemia.
También es muy destacable que los maquillajes faciales y corporales,
que nacieron en América, África, Australia y Asia, aunque también en el
sur de califórnica donde el rostro de la chica era pintado de azul claro
y salpicado con polvo color plata para complementar con los adornos de
cabello o cuello étnicos que llevaban. Hoy por hoy eso es esencial.
De ahí ha ido evolucionando a joyería facial de todo tipo, tanto en
labios como en cejas o pestañas. Y como ya habrás atado cabos,
efectivamente, al igual que con los tatuajes, los piercings también
nacieron de la moda étnica y africana, las tribus habitualmente se
agujereaban el cuerpo y la cara para decorarla con las joyas tribales y
étnicas que tenían a su disposición o que habían sido fabricadas para
ellas y para esa ocasión.
Jean-Paul Gaultier fue el primero que vio el potencial del piercing y
lo introdujo en el 94 como una idea para la moda étnica se implantara
definitivamente en nuestras vidas, ya que según sus palabras era una
tendencia nueva de sangre fresca que debía asentarse en todos nosotros.
Fabricación
Sin duda, una de las cualidades esenciales de este tipo de joyería es
su autenticidad, no es como aquellas fabricadas en una gran fábrica o
por una gran empresa, están fabricadas a mano, lo que da una sensación
totalmente diferente. Los elementos que se suelen utilizar van desde la
plata, pasando por el bronce, el cristal, el oro, también utilizan
textil moderno, conchas, algún motivo indígena, otros están fabricados
de resinas, o de piedras de origen sostenible. Hasta diamantes para
elaborar todo tipo de complemento étnico: ya sea un collar, anillo,
brazalete o colgante.