Las máscaras africanas y su significado
En Occidente, las
m?scaras africanas son utilizadas como poco m?s que un elemento decorativo. Pero m?s all? de su uso ornamental, estas m?scaras, enmarcadas en su contexto, esconden poderosas razones que suelen escapar a la mayor?a de personas que las tienen colgadas en la pared. A principios del siglo pasado, artistas europeos de la talla de Picasso, Gauguin o Derain se inspiraron en estas piezas para incluir elementos de la cultura africana en sus obras. Aunque probablemente estos artistas s? intu?an el significado de estos curiosos objetos, a d?a de hoy, cuando observamos alguna de las obras vanguardistas que reflejan aspectos del arte africano, pocos son quienes que ven en ellos algo m?s all? que cierto a?adido ex?tico.
Objetos de poder
M?s que hablar de significado, cuando nos referimos a las m?scaras africanas hemos de apuntar hacia el uso que los portadores de las mismas hac?an de ellas. Es decir, su valor reside en la funci?n que cumpl?an. Esta no era otra que la de trasformar al individuo para convertirlo en un nexo con el m?s all?, con el mundo de los dioses. Al colocarse la m?scara, el portador dejaba de ser ?l mismo para interpretar un rol sobrehumano. Dicho de otro modo, se convert?a en una met?fora de aquello con lo que la comunidad pretend?a comunicarse, o bien de aquello a lo que quer?a venerar.
Caducidad
Las m?scaras eran utilizadas en las tribus africanas solo en ocasiones especiales, tales como ritos de iniciaci?n, ceremonias con motivo de los solsticios, fiestas dedicadas a los dioses o ritos funerarios. Una peculiaridad de estos objetos es que sol?an ser utilizados en una ?nica ocasi?n, para despu?s ser destruidas (muchas veces mediante el fuego).
Materiales
El material predilecto para la construcci?n de las m?scaras africanas es la madera, debido no solo a la comodidad a la hora de tallarlas y portarlas, sino tambi?n porque se consideraba que los ?rboles pose?an alma, por lo que el esp?ritu que pasar?a a residir en la m?scara estar?a m?s a gusto en un recept?culo hecho a partir de este otro ser sagrado. Asimismo, tambi?n era com?n para la fabricaci?n de m?scaras el uso de terracota, arcilla, marfil, cer?mica vidriada o incluso metales como el bronce, el lat?n o el cobre. Una vez construida la base o estructura, esta era decorada de muy diversas maneras: se le a?ad?an palos, conchas, plumas, huesos, cuernos, semillas, pelo (humano y animal), etc., y eran pintadas con pigmentos vegetales, tintes extra?dos de insectos, tierra o sangre.
Al igual que las propias m?scaras, los objetos con los que estas eran construidas (talladas, normalmente) tambi?n se consideraban sagrados. Estas herramientas eran heredadas y transmitidas de generaci?n en generaci?n, as? como los supuestos poderes de sus fabricantes. En no pocas ocasiones, estos eran los propios sacerdotes o jefes de la tribu. Las ense?anzas antes de que un aprendiz estuviera en condiciones de construir una m?scara que fuera a ser utilizada durante una ceremonia oficial pod?an durar a?os.
Tradici?n oral
Ya que la escritura en las tribus africanas era inexistente (salvo casos contados), las historias se transmit?an de manera oral. Es por ello que las representaciones eran habituales, y en ellas las m?scaras un elemento indispensable. En estas historias, la naturaleza (otra deidad en s? misma para los africanos) estaba siempre presente, motivo por el que abundan las m?scaras que recuerdan a rostros de animales.
Formas y patrones
Muchas m?scaras africanas sorprenden por su geometr?a, plagada de patrones minuciosos. Estas formas ocultaban datos codificados, que sol?an indicar si la m?scara era de hombre o de mujer, el estatus social de su portador o los distintos poderes con los que este era provisto.
En definitiva, una m?scara africana pod?a cumplir muchas misiones (tener muchos significados). Algunas de ellas simplemente eran utilizadas para informar al resto de la comunidad del rol que el portador o portadora jugar?a durante la ceremonia. Otras serv?an para personificar en la tierra a un ser divino (normalmente vinculado de un modo u otro a la naturaleza), pudiendo as? realizar las ofrendas o peticiones de turno de una forma m?s directa, visual e instructiva. Asimismo, en algunas ocasiones las m?scaras eran utilizadas de cara al exterior, es decir, para diferenciar una tribu de otra y para provocar temor en los potenciales adversarios.